jueves, 21 de mayo de 2020

¿Economía versus desarrollo tecnológico?




Es innegable que  el desarrollo y la innovación tecnológica han supuesto un potente impulso para el avance de la economía. Desde la Primera Revolución Industrial hasta nuestros días la tecnología ha protagonizado innumerables cambios que han supuesto un aumento de la productividad y una mejora en las condiciones de vida de la sociedad.
No obstante, también es cierto que esos avances han supuesto la destrucción de numerosos puestos de trabajo, siendo la mano de obra sustituida por maquinaria y dando lugar movimientos de protesta como el Ludismo.

Clàudia Canals y Oriol Carreras en su artículo Las nuevas tecnologías: ¿qué son y cómo afectan a la economía?  nos hablan del “desempleo tecnológico”, término acuñado por el economista Keynes para referirse a la situación de desempleo creada al suplir trabajadores por máquinas.  Sin embargo, lo hacen desde una óptica distinta a la del economista británico. La mayor parte de los empleos se componen de múltiples tareas y  no todas ellas se pueden automatizar, llegando así a una situación de complementariedad entre el ser humano y la máquina. La tecnología permite aumentar la productividad de los trabajadores, también crea nuevos productos y de ahí surgen nuevas necesidades y se acaban creando nuevos empleos.

Adam Saunders  en  El impacto de la tecnología en el crecimientoy el empleo nos cuenta cómo los cambios tecnológicos acaban siempre beneficiando al consumidor, permitiendo abaratar el precio de aquellos productos o servicios que hacen más fácil nuestra vida diaria. Mientras que hace hincapié en que aunque se destruyen unos empleos, aquellos que se componen de tareas automatizadas, también se crean otros nuevos.  Sin duda estos nuevos empleos son una oportunidad para aquellas personas  con más formación y capacidad de adaptación al cambio. Siendo cada vez  más necesario que estemos capacitados tecnológicamente, pero que a su vez desarrollemos nuestras habilidades humanas, difícilmente automatizables. En la especialización podríamos encontrar la clave.

Manuel Hidaldo, Doctor y profesor de Economía Aplicada en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, en una entrevista  para Xataka afirma que con la tecnología no desaparecerá el empleo, pero sí advierte que crecerá la desigualdad, porque habrá personas que no tengan la posibilidad de adaptarse a los nuevos empleos y para aquellos puestos no cualificados se bajará el salario. Desde esta misma postura anima a que desde los centros educativos se trabajen más las habilidades abstractas como saber entender y transmitir información, el trabajo en equipo, la creatividad, la persuasión, la empatía, etc.

En definitiva, el progreso y el desarrollo de tecnologías como la robótica y a inteligencia artificial es un hecho, así como también lo es su influencia sobre nuestro entorno económico y laboral.  Cuanto antes se tome conciencia de ello y actuemos, mejor preparados estaremos para afrontar los cambios. Es muy importante que desde las instituciones educativas se hagan cambios y se propongan modelos de enseñanza que ayuden a nuestro alumnado en su continua preparación para el nuevo mercado laboral.


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